Con la receta de la empanada santiagueña sucede algo similar al resto de las comidas típicas, que al ser tan conocida, todos dirán que le falta un ingrediente o le sobra otro. Se trata de una exquisitez para comer con la mano. Uno de los indicadores para saber que está rica es que sea jugosa, según dicen los entendidos.
Aquí una de las tantas que circulan por las principales ciudades y pueblos de la provincia.
Como ingredientes hay que tener un kilo de harina, un kilo de grasa derretida, en conserva, una cucharadita de sal, cinco cebollas cortadas finamente, una cucharada de pimentón dulce, una cucharadita de ají picante, un kilo de carne cortada en dados muy chicos (con cuchillo), una cucharada de vinagre, una cucharadita de comino en grano (algunos no le ponen) y cuatro huevos duros.
Ahora, manos a la obra: poner la harina en la mesada y en el medio la grasa derretida, la sal y agua suficiente para que la masa no sea ni muy dura ni muy blanda. Unir todo muy bien y amasar hasta que la masa esté bien lisa.
Cortar en pedazos chicos haciendo bollitos. Estirar cada bollito (con la mano) dándole forma redonda y más bien delgada.
Para el relleno, cocinar la carne pasándola por agua hirviendo un minuto. Sacarla, colarla, ponerla en una fuente y condimentar con la sal fina, el vinagre, el comino y el ají picante.
Dejar enfriar, Mientras tanto, dorar las cebollas en la grasa hasta que estén transparentes y agregarles el pimentón dulce, el ají picante y la sal fina.
Dejar enfriar en un recipiente hondo hasta que se reduzca bien la grasa.
Antes de rellenar las empanadas se combinan ambas mezclas frías (la de carne y la de cebollas).
Una vez que están listas se tapan. Poner la mezcla de ambos rellenos y agregar pasas de uva, huevo duro picado y hacer el repulgue.
Pintar con Yema de huevo y llevar al horno. El horno debe estar bien caliente y el tiempo de cocción varía entre 10 y 12 minutos.