La humita reconoce dos preparaciones en la cocina santiagueña, en chala y a la olla. Ninguna es mejor que la otra, se trata de una cuestión de costumbres, hay quienes la prefieren de una manera y quienes la consumen de la otra.
En lo que sí hay cierto acuerdo es que la humita en chala no lleva zapallo, (anco), mientras que la que hace a la olla sí lo lleva. En Santiago no se acostumbra, como en otros lugares, agregarle azúcar a esta comida. Y últimamente se prefiere agregarle mucho queso, si es tipo parmesano, mejor.