Sólo quienes no han probado el fruto del algarrobo ignoran uno de los sabores más característicos de la provincia. Su dulzura hace recordar los resabios del monte, la infancia atardecida y el gusto que en el norte llamamos “algo patalco”.
El algarrobo blanco (Prosopis alba) es una especie arbórea de Sudamérica que habita el centro de la Argentina, Santiago del Estero la ecorregión de Gran Chaco y parte de la Mesopotamia.
En guaraní se llama ibopé, igopé o ibopé pará; en ayoreo, najnuniaja; en dialecto menonita, algroboom; y en nivaclé, faaiyuc.