El quebracho colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii, o S. quebracho-colorado) es una especie arbórea nativa de Santiago del Estero, muy apreciado por su madera, utilizada en ebanistería, y por su alto contenido en taninos. Es después del algarrobo, quizás el árbol que más identifica a los santiagueños por estar entroncado con la historia del siglo XX.
Crece en la región oriental de la región chaqueña, y se extiende más al sur y al oeste que se congénere S. balansae, aunque debido a la muy intensa explotación del pasado siglo XX, y a la muy reducida tasa de crecimiento la población se ha reducido de manera alarmante.
Su madera es fina y uniforme, de color rojizo oscureciéndose hacia el exterior y de grano irregular. Es muy dura, y virtualmente imputrescible. Debido a la dificultad de su trabajo y a la actual dificultad para obtenerla se emplea sólo ocasionalmente en construcción; su alto rendimiento en taninos, hasta un 25 por ciento, la destina por lo general a la industria de la curtiembre.