“Con María creemos en el Dios de la vida”, será el lema de las fiestas en honor de Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa, copatrona de Santiago del Estero, por realizarse el sábado 23 de noviembre en el santuario dedicado a esa advocación mariana en el departamento de Quebrachos.
Las celebraciones centrales serán el 23 de noviembre, con el siguiente programa: A las 7, misa del peregrino; a las 9, bautismos; a las 10, misa con bendición de embarazadas y niños; a las 7 de la tarde, rezo del Rosario meditado y a las 7 y media, la eucaristía presidida por el obispo de Santiago del Estero, Francisco Polti, y concelebrada por el obispo auxiliar Ariel Torrado Mosconi y sacerdotes de la diócesis, y con la interpretación de la Misa Santiagueña. En tanto, a las 20.30 se hará la solemne procesión con la imagen mariana y a las 22, la serenata a la Virgen.
La novena patronal comenzó el 11 de noviembre y concluyó este martes.
En tanto, los días 20, 21 y 22 se realiza un triduo solemne preparatorio, durante el cual destacados artistas santiagueños realizan la tradicional serenata nocturna a la Virgen.
El 21 de noviembre de 2009 se realizó la coronación pontificia de la imagen de Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa. El encuentro ocurrió en el santuario histórico nacional, a cinco kilómetros de la ciudad de Sumampa.
La Eucaristía fue presidida por el entonces nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, y concelebrada por el obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti y el obispo auxiliar, monseñor Ariel Torrado Mosconi.
Después de la bendición de las dos coronas, que fueron hechas con material donado por la comunidad sumampeña, fue coronado el hijo y, en seguida, a la Virgen ante una multitud que saludó con pañuelos y banderas aquel momento histórico.
Una vez coronadas las dos imágenes, los devotos cantaron una serenata en homenaje a la Virgen y marcharon, iluminando el camino con antorchas y lanzando pétalos de rosa hasta llegar a un altar donde la imagen permaneció hasta ayer, fecha de la fiesta de la patrona y de la procesión.
La corona colocada a la Virgen fue bendecida por el papa Benedicto XVI, en el marco de la visita “ad limina” que los obispos Polti y Torrado Mosconi, hicieron en mayo de 2007.