Mario Paz y Julia Ortiz de Paz son parte de una familia de artesanos de Santiago que elabora instrumentos musicales de percusión: bombos, sacha bombos, cajas vidaleras. El emprendimiento tiene un fuerte compromiso de continuar con el legado familiar, fabricar artesanalmente los instrumentos musicales, difundir y revalorizar la cultura popular y el cuidado del medioambiente, dice una nota que publicó en Mundo Campo, Gabriela Castillo.
La madera del ceibo es la materia prima para la construcción del bombo y se la utiliza para la elaboración de la caja (cuerpo del bombo) y el quebracho blanco es utilizado para la realización de los aros.
Bombos Mario Paz, es una empresa familiar de artesanos que, con casi 40 años de trayectoria, desarrolla en un predio de 3 hectáreas y media, un plan de reforestación al que llamaron “Hermanos del Ceibo”, en el departamento Silípica, a sólo 20 minutos de la capital de los santiagueños, por la Ruta 9 sur, entre el kilómetro 114 y 1115, tomando el camino Puesto del Medio.
El principal objetivo de este proyecto es la recuperación del bosque nativo con forestación de ceibos y quebracho blanco que se utiliza para la producción de bombos mediante la regeneración natural e implantada.
El proyecto busca el aprovechamiento de las especies utilizadas en la elaboración de los bombos, con un manejo sostenido. Para ello, se realiza la plantación individual de las especies principales del bosque del chaco semiárido y se asegura la humedad mediante el acondicionamiento de acequias de riego y la instalación de un tanque australiano.
La Universidad Nacional de Santiago del Estero. Facultad de Forestales, el Ministerio de la Producción de Santiago del Estero, subsidios del Banco Mundial a través de la Secretaría de Medioambiente de la Nación apoyan este emprendimiento medioambiental, educativo y turístico.
Desde la puesta en marcha se han reforestado 400 ceibos y 200 quebrachos blancos. “Lamentablemente se desmonta para hacer barrios, se desmonta para hacer escuelas, a partir de allí nosotros vamos a trabajar para reforestar el ceibo”, manifestaba Mario Paz.
Para el próximo año, está prevista la instalación de un secadero de madera, con patente nacional, de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, para acelerar los procesos de secado y aprovechar el aire cálido del lugar. Hoy se espera entre 4 y 8 años para fabricar un bombo.