El Museo de las Sachaguitarras de Santiago al mundo

El Museo de las Shachaguitarras está en Atamisqui, Santiago del Estero y es un homenaje al creador de este particular instrumento, Elpidio Herrera gran artista del folclore de la provincia.

Según cuenta la historia, la primera intención de Elpidio fue reconstruir un antiguo instrumento utilizado hace muchos años por los campesinos, llamado Caspiguitarra, “caspi” en quichua quiere decir palo por lo tanto la traducción al español de su nombre sería guitarra de palo.

 

Este sencillo instrumento consiste en una madera plana con un mástil con trastes, similar al de una guitarra. Tiene un encordado de seis cuerdas, las cuales se afinan con un rudimentario sistema de clavijas de madera.

Elpidio presentó su réplica de la caspiguitarra en el programa de radio del Alero quichua santiagueño.

La sachaguitarra es un instrumento que puede hacer múltiples sonidos, porque luego de la caspiguitarra, una vecina le llevo a la madre de Elpidio, un porongo, especie de cablabaza, que había crecido en su casa. Eso dio la idea a Elpidio de poder hacer algo similar. Partió por el medio el porongo y ya quedaba con resonancia su instrumento.

Empleo sus conocimientos, le puso cuatro cuerdas y le dio la afinación conocida como el temple del diablo  porque «afinada en un acorde solo, ya suena.

El nombre sachaguitarra viene del quichua, “sacha” es monte, así que vendría a ser “guitarra del monte».

 Elpidio Herrera, hace una sachaguitarra mas grande y le practica unos pequeños orificios junto al puente, frota una especie de arco con cerdas de caballo con los que imita sonidos con de los pájaros y distintos animales. Así este instrumento hace sonidos como el sikus, violin, guitarra y mandolín

Elpidio Herrera es nativo del pueblo santiagueño de Atamisqui todavía se habla en quichua, se baila chacareras en patios de tierra y se mantiene el ritual de tirar cohetes en medio de las pistas de baile.

Este músico es un referente de la región del centro de Santiago del Estero. Luthier, recopilador y continuador de la tarea difusora de don Sixto Palavecino -con el que tocó varios años- a la hora de interpretar y rescatar un repertorio olvidado del lugar. 

Se hizo conocido a partir de su participación en el álbum «De Ushuaia a La Quiaca» y posteriormente tocó en otro disco de León Gieco «Semillas del corazón». Pero en su pueblo ya era conocido por su estilo interpretativo, sencillo y agreste, y por la invención de ese instrumento novedoso.

Viajó tres veces a Alemania a presentar su instrumento y a representar la argentina.

Hay otros modelos de sachaguitarra, el mas novedoso es la Sachaguitarra X10. Ocurrencia del hijo de Elpidio. Manolo. Tiene un arco de doble cerda, con la cuerda aguda y grabe juntas, pudiendo hacer una orquesta entera de sachaguitarras.

Con más de 40 años de existencia, este instrumento ya tiene una larga vida.